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UN ESTADIO EN LA CABEZA

  • Foto del escritor: Lex López
    Lex López
  • 2 may 2018
  • 2 Min. de lectura

Es frustrante muchas veces ir por la vida tratando de buscar aprobación en un mundo que prefiere gritar un gol y no la injusticia social que vivimos hoy día.

Vivimos en un mundo que tiene inmerso un estadio en la cabeza, que se preocupa más por un título que lo defina en lugar de proyectarse a descubrir algo nuevo y disfrutar la vida, incluso que se emociona tanto por un encuentro deportivo en lugar de la esencia de en un buen libro, “son historias, son cuentos, son novelas, etc.” He escuchado tantos vituperios para aquellos que soñamos, leemos y que sentimos profundamente un dolor por la injusticia social.

Olvidamos que la vida se termina en un abrir y cerrar de ojos. Hoy abriste tus ojos, sin embargo, es un día menos y no un día más, lamentablemente casi nadie logra comprender eso, la pregunta es ¿Qué estas dejando como legado? ¿Qué dirán las personas que te rodean el día que mueras? O al menos ¿te has puesto a pensar que tarde o temprano esta vida va a terminar sin avisar?

Estoy completamente loco al decirte que no necesitas la aprobación de las personas, especialmente de esas que solo tienen inmerso un estadio en la cabeza y que son facinerosas, simplemente SÉ TÚ MISMO”.

Hago mención de estas cosas porque muchas veces las personas “proyectan en las celebridades sus propios deseos y creen que son el resultado de lo que ellos desean”, déjame decirte que realmente no es así.

Es tiempo que empieces a crecer y creer que tienes un potencial que trasciende las expectativas y simplezas de solo gritar un gol. Se que con este escrito no podré cambiar totalmente el mundo ya que hay demasiadas situaciones injustas, sin embargo, tu y yo decidimos enojarnos o intentar hacer las cosas bien de hoy en adelante, salir de la comodidad y hacer de este mundo un lugar mejor.

Al final decirte que somos seres mágicos y espectaculares, ¿Por qué digo esto? Hace unos días iba en mí moto y vi a una señora a lo lejos con el rostro cansado y angustiado, de pronto me dio la sensación de que no podía hacer nada por ella, sin embargo grite “SEÑORA, SONRÍA DIOS LA AMA”, estoy seguro que ella dijo “este muchacho está completamente loco y sonrío” es probable que en todo el día su trabajo fue frustrante, pero esa tarde le dije algo que probablemente nadie le había dicho en todo el día y de alguna manera eso provocó que se sintiera mejor.

Si has leído toda esta entrada, dime lo que piensas y cómo estas impactando al mundo de forma positiva, me encantaría saber de ti escríbeme de forma directa en la sección CONTÁCTAME.

 
 
 

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